El desarrollador principal de KisMAC, la aplicación para testear seguridad en redes WiFi, ha decidido tirar la toalla. El alemán Michael Rossberg anunció este pasado viernes que cambios en las leyes criminales en Alemania ponen su trabajo de desarrollo en duda, ya que extiende cargos criminales a aquellos que crean utilidades que lo faciliten.
Ya que KisMAC contiene funciones que se pueden usar para hackear WiFis, la posibilidad existe de que Rossberg pueda incriminarse. Existe la posibilidad de que una versión se lance sin esas funciones, pero dejarían el programa casi inútil ya que la capacidad de testear contraseñas es una de las funciones principales del programa. Ya que KisMAC es open source, existe la posibilidad de que un desarrollador fuera de la jurisdicción alemana se decida a continuar el trabajo.
